Mamá, no le cuentes a papá que no pude ahorrar el dinero para pagar el vuelo a México. Mejor dile que estoy muy ocupado en las clases y no puedo ir.
Mi familia no tiene problemas de dinero, y podrían pagarme hasta un doctorado aquí. No obstante, desde el momento que escogí estudiar algo diferente a lo que mi padre quería, supe que debería hacerlo con mis propios méritos y medios.
Voy en camino, a Julia no le llego ni a medias luces pero estoy intentando mamá. A mi ninguna escuela me va a tener de prodigio divino, ni allá ni aquí en Japón, por eso ando de chalán en todos lados, tome y tome extracurriculares, de becario en tres horarios y encima con negocio propio.
Le doy gracias a Dios por poner tofu en mesa cada día y buri capeado los domingos, aparte de darme padres fuertes que soportan toda la desazón que éste mal hijo les da.
Primero la providencia, voy a ir a Okinawa con Aiko después de Navidad.
